Patricio Bermeo

En el hecho de captar en su pintura el mundo actual, Patricio Bermeo (Cuenca, 1953) expone sus necesidades expresivas, alimentando de ese modo su creatividad en secuencias abstractas. Sus cuadros poseen una estructura dinámica, con un abanico de elementos no muy amplio. Pero una audaz simplificación plástica se une al concepto del volumen, para permitir que el color fije el campo donde se mueve el artista con mucho oficio y sólido argumentos estéticos.

La pintura reciente de Bermeo es como un lente que enfoca el entorno y sondea la naturaleza; pero sobre todo lo escondido, lo oculto, para convertirlo en el extracto de su propuesta artística. Se trata de una aventura pictórica con sus sucesivas transmutaciones, donde vibran sus colores predilectos: rojo, café, verde, azul en gamas delicadas, a veces transparentes, adelgazando la pintura hasta el límite de lo practicable.