Cra.34 No. 8ª – 42 El poblado, Medellín, Colombia

Leobardo Pérez Jiménez

Escultor

La obra del escultor Leobardo Pérez Jiménez procura al espectador la revelación de la desnudez del cuerpo humano, como si esa desnudez nunca hubiese sido develada, y menos esculpida, y ahora lo es ―ambas cosas― para asombro de una realidad deleznable si su pedestal es la violencia y la especulación.
Esa hermosa desnudez universal, a los ojos del espectador en las piezas artísticas, se levanta de cuchillos delatores de un orden que nunca ha merecido la denominación de “justo”, y de monedas que, símbolos más de avaricia que de generosidad, representan aquí un mundo cuyo valor es solo precio y contaminación, y por posesión de lo cual los cuchillos se oscurecen y acechan.
Aquí la obra artística se revela como confirmación de que la belleza vence la violencia, porque aquella es eterna, y esta, circunstancial y pasajera; y vence la especulación y la codicia, para cuyos fines usan las armas, que nos delatan, pues la obra viene a decirnos que las armas no son las armas, las armas somos nosotros, y entonces el arte será el hilo que nos guíe, con mismos objetos y materiales, a la salida del laberinto del miedo, del prejuicio, del odio, del derrumbe.